Se encuentra ubicada en el municipio Bonito Oriental, en la región de Colón, en Honduras.
Los vecinos la llaman así, desde hace décadas por la apariencia del cerro de piedra caliza donde se hallan estas cavernas. El lugar se encuentra en la comunidad también llamada Piedra Blanca, perteneciente al municipio de Bonito Oriental, Colón. Este cerro lleno de misterios ha sido desde décadas un enigma para los vecinos debido a los relatos que se cuentan de él.
Desde lejos se puede apreciar la gran estructura rocosa que se diferencia del resto de las colinas por su forma de pirámide. La parte frontal del cerro se distingue por su inclinación y su aspecto rocoso. A sus pies pasa el río Piedra Blanca, que hace aún más hermoso el paisaje. Dentro del cerro se encuentran las cuevas. Acceder a ellas es dificultoso porque el terreno es empinado; al frente se observan los agujeros que sobresalen como ventanas sobre la gran pared.
Estas cavidades subterráneas parecen formar una espiral dentro del cerro, ya que según los vecinos, se extienden desde la parte baja hasta la punta del cerro. Arriba sobresalen grandes huecos en la pared rocosa que se convierten en ventanas y permiten ver el paisaje que lo rodea. La espesa vegetación y el cauce del río que lleva el mismo nombre, se conjugan para una verdadera belleza escénica. Sobre este escenario se levanta la imponente estructura natural.