Danlí, El Paraíso celebra este 8 de diciembre en honor a la Virgen de Concepción

Danlí es una ciudad y municipio del departamento de El Paraíso, Honduras, además de ser la ciudad más grande e importante del dicho departamento. Actualmente es el cuarto municipio con más población en Honduras.

Es considerada la ciudad de «las colinas y de la cultura».​ También se considera la sultana del oriente del territorio Hondureño.

Danlí fue fundada entre los años 1676 y 1678,​ los hermanos Pedro y Alonso Ortiz de Fúnez, quedaron de herederos por muerte de su padre, de una estancia poblada en tierras «sueltas» (sin dueño), llamada Danlí, corriendo dicha tierra por la parte del poniente por la hacienda San Antonio del Vallecillo, perteneciente al sargento Antonio Ricardo Rodríguez. Los hermanos Ortíz de Fúnez tuvieron el deseo de legalizar las tierras con la Corona Española, pertenecientes a la jurisdicción de la Real Villa de Minas de San Miguel de Tegucigalpa, a seis tostones por caballería. En julio de 1678 el sargento Rodríguez expresa que en dichas tierras no hay ninguna población ni sembrado, que son montuosas e intransitables y de poco aprovechamiento. La venta de este sitio, cinco caballerías se legalizó en la ciudad de Santiago de Guatemala el 22 de febrero de 1679, pagando Pedro y Alonso Ortíz de Fúnez la cantidad de un 60 tostones, o sea 12 tostones por caballería.

En manuscritos de 1690 y 1691 don Bartolomé de Escoto y otros españoles dan cuenta de que en la nueva población Danlí, han alistado torres de vigilancia, y que dicho Danlí, se compone de una iglesia y cuatro casas de paja y estanzuelas de ganado. Recibió el título de ciudad —junto a otras ciudades hondureñas importantes como Santa Rosa de Copán y Ocotepeque— el 12 de abril de 1843, cuando este municipio pertenecía al departamento de Olancho. Los viejos edificios son parte de su historia tras 164 años de haber recibido del Supremo Gobierno el honroso título de ciudad.

Danlí fue uno de los sitios visitados por el famoso explorador francés Alphonse Pinart en su gira por Honduras realizada entre 1896 y 1897. En el reporte que brindó en la reunión de la Sociedad de Geografía de París, Francia, Pinart comenta sobre un descubrimiento reciente a su visita de fósiles de aves gigantes cerca de Danlí, pero se desconoce los detalles del mismo.​ Es uno de los reportes paleontológicos más importantes de Centroamérica considerando que el famoso paleontólogo francés Alphonse Milne-Edwards era considerado una de las autoridades mundiales en fósiles de aves y era miembro distinguido de la Sociedad de Geografía de París para la época del reporte.

En 1983, durante la gestión edilicia de Santiago Montoya Vega, fue celebrado el 150 aniversario de haber recibido el título de ciudad, en el año 2002 la Casa de la Cultura, celebró el 159 aniversario con un acto solemne durante el cual se hizo reconocimientos especiales a ciudadanos distinguidos.

La ciudad se encuentra a 92 kilómetros de la capital Tegucigalpa, M.D.C. responsable de la mayor parte de la producción nacional de maíz. Por estar rodeada de cerros cargados de verde pinar, se le ha denominado la Ciudad de las Colinas

Inmaculada Concepción

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, conocida también como la Purísima Concepción, es un dogma de la Iglesia católica decretado en 1854 que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción por los méritos de su hijo Jesucristo, recogiendo de esta manera el sentir de dos mil años de tradición cristiana al respecto. Se celebra el 8 de diciembre, nueve meses antes de la celebración de la Natividad de la Virgen el 8 de septiembre.

No debe confundirse este dogma con la doctrina del nacimiento virginal de Jesús, que sostiene que Jesús fue concebido sin intervención de varón mientras que María permaneció virgen antes, durante y después del parto.

Al desarrollar la doctrina de la Inmaculada Concepción, la Iglesia católica contempla la posición especial de María por ser madre de Cristo, y sostiene que Dios preservó a María desde el momento de su concepción de toda mancha o efecto del pecado original, que había de transmitirse a todos los hombres por ser descendientes de Adán y Eva, en atención a que iba a ser la madre de Jesús, quien también es Dios. La doctrina reafirma con la expresión «llena de gracia» (Gratia Plena) contenida en el saludo del arcángel Gabriel (Lc. 1,28), y recogida en la oración del Ave María, este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de Dios.

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