San Antonio Copán celebra este 13 de junio en honor a San Antonio

El municipio de San Antonio, Copan te invita a celebrar esta fiesta en honor a su santo patrón San Antonio.

San Antonio es una municipalidad en el departamento de Copán, en Honduras. San Antonio era el paso obligado entre caminantes que iban para San Pedro, por lo que lo llamaron San Antonio del Descanso.

Datos históricos

Se cree que fue fundado como «San Antonio del Descanso» en el año de 1782; en el Censo de Población de 1887 figuraba como Municipio de San Antonio, formando parte del Distrito de Trinidad; el 12 de abril de 1923, los vecinos de la Aldea Santa Elena de San Antonio piden la segregación de dicha Aldea y la anexión al Municipio de San Jerónimo.

Anteriormente se llamaba San Antonio del Descanso, existen dos teorías sobre el porqué del nombre. Una es que antes los caminos de esta zona eran de herradura y las personas viajaban a San Pedro Sula, hacían estación en este municipio. La otra es que las personas que eran de otros lugares venían a morir a este municipio. Anteriormente el municipio de San Antonio formaba parte del departamento de Gracias que actualmente son los departamentos de Ocotepeque, Copán, Lempira y parte de La Paz.

San Antonio fue fundado como municipio el 9 de agosto de 1837 actualmente su extensión territorial es de 112.125 km. cuadrados, cuenta con 16 aldeas y 7 caseríos, cuenta con 6 iglesias siendo la más importante de ellas la que está ubicada en el casco urbano que fue construida por los españoles en el siglo XVIII.

 

SAN ANTONIO

Antonio de Padua, también conocido como san Antonio de Lisboa (Lisboa, Reino de Portugal, 1191 a 1195 – Padua, 13 de junio de 1231), fue un sacerdote de la Orden Franciscana, predicador y teólogo portugués, venerado como santo y doctor de la Iglesia por el catolicismo.

Su capacidad de prédica era proverbial, al punto de ser llamado «Arca del Testamento» por Gregorio IX. Las citas bíblicas en los Sermones dominicales y Sermones festivi —ambas obras de su autoría acreditada— superaron el número de seis mil, lo que supone un nivel de conocimiento escolástico que justifica el título específico que se le adjudicó, doctor evangélico.​ Sus predicaciones —en particular la de la Cuaresma de 1231— alcanzaron un éxito notable. Sus palabras y obras ante la multitud de personas que acudían a escucharlo fue recogida con el lenguaje propio de la época en Assidua, la primera biografía de Antonio de Padua, escrita por un autor anónimo contemporáneo suyo:

Reconducía a la paz fraterna a los desavenidos, […] hacía restituir lo sustraído con la usura y la violencia […]. Liberaba a las prostitutas de su torpe mercado, y disuadía a ladrones famosos por sus fechorías de meter las manos en las cosas ajenas […]. No puedo pasar por alto cómo él inducía a confesar los pecados a una multitud tan grande de hombres y mujeres, que no bastaban para oírles ni los religiosos, ni otros sacerdotes, que en no pequeña cantidad lo acompañaban.

Antonio nació en Lisboa, de allí que el Martirologio romano lo llama «Lusitanus». La casa donde se estima nació el santo, en el barrio medieval de la Alfama, fue destruida completamente en el terremoto que arrasó Lisboa el 1 de noviembre de 1755 y sólo se conserva un pequeño sótano. Su nombre secular era Fernando Martim de Bulhões e Taveira Azevedo, nombre que cambió por el de Antonio en 1220 cuando entró en la Orden de los Frailes Menores. La fecha de nacimiento no es precisa, y se estima entre 1191 y 1195,​ en el seno de una familia de buena posición en la sociedad lisboeta.​

Educación y entrada en la vida religiosa

Se educó en la escuela catedralicia local. Contrariando los deseos de su familia, Antonio ingresó en la abadía agustina suburbana de San Vicente en las afueras de Lisboa, perteneciente a los canónigos regulares de san Agustín. Los monjes de la orden de San Agustín de la cual él era miembro eran famosos por su dedicación a los estudios. Antonio estudió las Sagradas Escrituras y la teología de algunos doctores de la Iglesia católica como Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona, Gregorio Magno y Bernardo de Claraval. También estudió los clásicos latinos, como Ovidio y Séneca. Luego de dos años, y tras obtener el permiso de sus superiores religiosos, se trasladó en 1210 al monasterio agustiniano de Santa Cruz en Coímbra, para continuar sus estudios. Se trataba de un reconocido centro de cultura eclesiástica, donde tuvo oportunidad de profundizar la disciplina religiosa, su conocimiento de la Biblia y el ejercicio de la Lectio divina.

A principios de 1220, tres sacerdotes (Berardo, Pedro y Otón) y dos hermanos legos (Acursio y Ayuto), todos ellos de la orden franciscana, fueron asesinados en Marruecos. Conducidas sus reliquias a Coímbra, el evento produjo un cambio decisivo en la vida de Antonio, quien en el verano de 1220 mudó de orden y se hizo franciscano. En ese momento adoptó el nombre de Antonio en honor de san Antonio Abad a quien estaba dedicada la ermita franciscana en la que él residía. Antonio partió para Marruecos pero enfermó gravemente durante el invierno de 1220, lo que lo hizo retornar. En el trayecto una tempestad violenta desvió su barco a Sicilia, y allí tuvo noticias del Capítulo general convocado en Asís.

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